sábado, 4 de noviembre de 2017

ANÁLISIS MAMOGRÁFICO - GENERALIDADES



INTRODUCCIÓN:
Debido a que las mamas presentan una imagen radiológica muy variable de una paciente a otra, es importante que durante la interpretación de las mamografías situemos éstas como imágenes en espejo, para poder identificar con mayor facilidad nódulos o asimetrías sutiles, llevando a cabo una comparación sistemática de las diversas arcas de cada una de las mamas.

PROYECCIONES RADIOLÓGICAS:
El técnico debe indicar la presencia de cualquier lesión cutánea, cicatriz o masa palpable para correlacionar la localización de estos hallazgos con la imagen.
Se debe individualizar el estudio para cada paciente. Debemos prestar especial atención a las regiones profundas de las mamas, y en el caso de que el parénquima mamario se extienda más allá del borde de la mamografía en ambas proyecciones básicas, será necesario obtener proyecciones adicionales.
En el análisis se debe pres­tar atención: al grosor de la piel, simetría del tejido subcu­táneo y presencia de tejido asimétrico, nódulos o calcifica­ciones. La arquitectura de las mamas debe ser simétrica, con el tejido fibroglandular orientado hacia el pezón y con los ligamentos de Cooper formando finos arcos que atravie­san la grasa.
Si encontramos una zona con un nódulo o con una dis­torsión focal, la compresión focal adicional puede desplazar el tejido circundante y ayudar a identificar la presencia de una lesión subyacente. La compresión focal es de utilidad en la determinación de: a) si  una densidad repre­senta tejido superpuesto o una lesión verdadera. b) si los bordes de un nódulo están bien circunscrito o no, y c) si un área focal de distorsión de la arquitectura está producida por una lesión estrellada.
Las proyecciones adicionales, incluyendo mediolateral, lateromedial oblicua o craneocaudal con rodamiento de la mama, pueden ser necesarias para determinar la presen­cia y la localización de una lesión.
Una proyección medio-lateral puede rolar una lesión en tangencial y mostrar dis­torsión o modularidad, que en la proyección oblicua estaba oculta por tejido glandular. La proyección me­diolaleral es también ventajosa en la demostración de la localización relativa medial o lateral de una lesión en base a cómo se mueve en relación a la proyección oblicua; en la visualización de la región posteroinferior de la mama y en la visualización de la región medioposterior de la mama. La proyección oblicua lateromedial se realiza en el caso de lesiones palpables profundas en el cuadrante interno y que no se ven en mamografía o para lesiones que aparecen en la proyección craneocaudal localizadas en la región pro­funda medial de la mama.

NÓDULOS MAMARIOS:
En la evaluación de una masa se deben valorar sus márgenes, densidad, localización, orientación, presencia o no de un halo graso, contorno y tamaño.
Las lesiones pueden ser divididas en cuatro grupos, ba­sándonos en su densidad: radiolucentes, de densidad mixta, de densidad media o de densidad elevada. Las lesiones cir­cunscritas de densidad grasa o mixta son benignas, mientras que las masas de densidad media o elevada pueden tener un origen benigno o maligno. Las lesiones benignas tienden a presentar una densidad media o baja, con bordes bien defini­dos y están rodeadas por un halo graso. El signo del halo es una línea radiolucente fina que rodea masas circunscritas.
Los nódulos que son completamente bien definidos y de un tamaño inferior a 1 cm de diámetro a menudo son segui­dos a intervalos de 6 meses durante años, debido a su rela­tivo bajo riesgo de malignidad. Cuando encontramos un nó­dulo redondeado u ovoideo bien definido de 1 cm o más se deben determinar sus características internas por ecografía o por aspiración. Si la lesión es sólida y no es un quiste o un ganglio intramamario, a menudo se indica la biopsia.


DENSIDADES ASIMETRICAS:
Cuando analizamos un área de tejido asimétrico mal defi­nido sin otros hallazgos asociados, debemos determinar si la asimetría aparece realmente en dos pro­yecciones o si simplemente representa tejido glandular superpuesto.
Si a una densidad asimétrica corresponde un engrosamiento o una masa palpables, la densidad, especialmente si es grande, se considera maligna con un elevado grado de sos­pecha. Si la paciente es una mujer premenopáusica, especialmente si presenta otros cambios fibroquisticos en la mamografía, una asimetría no palpable y mal definida suele ser seguida cada 2 a 3 meses.
Ocasionalmente una gran zona de asimetría puede contener en el estudio histopatológico un carcinoma in situ o un carcinoma inva­sor pequeño rodeado de un área mayor de cambios fibro­quisticos responsables de los cambios mamográficos.

CALCIFICACIONES:
En la mayoría de las mamografías aparecen calcificacio­nes de algún tipo y es necesario excluir aquellas caracte­rísticamente benignas para evitar biopsias innecesarias.
Las microcalcificaciones más que las macrocalcificaciones, son las que se presentan más frecuentemente asociadas al carcinoma y representan un gran problema diagnóstico. El análisis de las calcificaciones en cuanto a su distribución, tamaño, morfología y variabilidad, así como la presencia de hallazgos asociados, como la ectasia ductal o un nódulo; nos permiten decidir cuáles son benig­nas, cuáles deben ser seguidas cuidadosamente y cuáles deben ser biopsiadas.
Las calcificaciones malignas tien­den a localizarse en el interior de los conductos anormales y adoptan formas que son moldes del revestimiento epite­lial irregular del conducto. Las calcificaciones malig­nas pueden ser identificadas cuando presentan un patrón lineal o ramificado, con márgenes irregulares, dentados y definidos. Está indicada la biopsia cuando descubrimos esta morfología en las mamografías.
Las microcalcificaciones que son homogéneas, redondea­das, lisas, que pueden estar agrupadas, ser difusas o aparecer con forma de diminutas '"florecitas" generalmente represen­tan calcificaciones lobulillares. Estas calcifi­caciones aparecen a menudo en múltiples cuadrantes y son bi­laterales. Con mucha frecuencia estas calcificaciones representan cambios fibroquísticos benignos, si bien también pueden aparecer en la neoplasia lobulillar y en el carcinoma lobulillar in situ.
Las magnificaciones son especialmente útiles en el es­tudio de la morfología de las microcalcificaciones, así como en la más exacta determinación de su distribución.





MAMOGRAFIA CAMBIANTE:
La comparación con una mamografía basal previa que nos sirva de referencia es de gran ayuda en la decisión acerca de una alteración mamográfica focal. El desarrollo de un nuevo nódulo, de un área asimétrica de tejidos blandos, un área de distorsión o la presencia de microcalcificaciones deben alertar al radiólogo indicándole que existe actividad en esa zona identificada y que es necesaria una investigación más profunda. Del mismo modo, son importantes los cambios en tamaño, densidad o márgenes de un nódulo, o el aumento en el número de microcalcificaciones focales. La comparación con estudios previos, y no únicamente con el más reciente, es importante en la determinación de cualquier cambio en una zona que estamos controlando con se­guimientos periódicos.

AUTOEVALUACIÓN.
1.- Cuales son las proyecciones mamográficas mas utilizadas?
2.- Cuando debe usarse una proyección ampliada?
3.- Cuales son las características de un nódulo benigno?
4.- Cuales son las diferencias entre una microcalcificación y una macrocalcificación?

FORO:
https://analisismamo.blogspot.com
Martes 07 de septiembre del 2017, horas 19:00

LINKS:
https://www.radiologyinfo.org/sp/info.cfm?pg=mammo
www.breastcancer.org
www.msal.gob.ar/.../0000000013cnt-10-Manual-operativo-de-uso-de-mamografia.pd...

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